La curiosidad es un asunto tan serio, que mata gatos y lleva al hombre a caminar en la luna.

Scrapp Torres
5 min readJan 13, 2021

--

Las personas curiosas sabemos claramente lo que “el no saber algo” provoca. Muchos no lo comprenden, muchos nos critican, muchos (o casi todos) nos llaman metiches y algunos otros nos ven con un poco de pena ajena porque pues, en realidad, si bien la curiosidad es algo fascinante, también es algo que podría hacernos parecer perdidos.

Así es, perdidos. Pero esto sólo sucede porque hay dos o tres tipos de curiosos, están los curiosos, los curiosos insaciables y… seguramente me falta uno pero más adelante me acordaré.

Ahora bien, yo diría que el descubrimiento es la droga que nos vuelve adictos a la curiosidad, porque le da a nuestra mente y a nuestras emociones un shot de felicidad.

Una nueva canción, un nuevo podcast, un nuevo autor, la luna. Sí, ese camino a lo desconocido del que todos hablan se llama curiosidad.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, mm qué rico, jeje, perdón me desvié; no todo es miel sobre hojuelas porque para los curiosos a veces irnos por un sólo camino nos hace cuestionarnos sí ese es el correcto, o habrá otro más interesante, o será que nuestro potencial estaba en otra cosa que no vamos a descubrir por quedarnos aquí.

Esta idea en mi cabeza nace, porque por más de 27 años en mi vida no pude responder qué es lo que me hacía feliz, a qué me quería dedicar hasta envejecer. Una persona a la que quiero y admiro mucho, una vez me lo preguntó, y no le supe/pude responder, sin embargo, pareciera que ella lo tenía muy claro, sabía o más bien, sabe exactamente a qué se quiere dedicar el resto de su vida.

En efecto, lo descubrió.

La curiosidad, o mejor dicho, los grandes curiosos de la historia nos han dejado cosas importantes.

¿Qué pasaría si no tuviéramos que esperar al día para tener luz?, ¿y si al caballo le ponemos ruedas atrás?, ¿qué habrá en la profundidad del mar?, ¿existirá vida en otro planeta? Así es, todo nació de la curiosidad de una o varias personas.

Añadir texto alternativo

Es una farsa que la curiosidad se nos quita cuando dejamos de ser niños.

La curiosidad se puede profesionalizar, yep, hay personas que han dedicado su vida a descubrir; los astronautas y los buzos, serían para mí los grandes modelos a seguir que demuestran que el descubrimiento puede ir más allá de lo establecido, que no es cierto que el cielo es el límite y que explorar nos puede llevar a descubrir especies que aún no somos ni capaces de imaginar.

Creativos, científicos, programadores, emprendedores y podría seguir con una lista interminable de perfiles laborales que se dedican profesionalmente a ser curiosos.

Nunca tengas miedo de salir a buscar lo que ni tú sabes que puedes llegar a descubrir, sí, sí puedes vivir de ello y que nadie te diga lo contrario.

Ahora, no olvidemos que la curiosidad mató al gato

Añadir texto alternativo

Pero es cierto, no todo en ser curioso es bueno, desgraciadamente la idea de que allá afuera hay algo más fascinante muchas veces hace que no sepamos valorar el presente, tal vez me esté equivocando, pero desde mi experiencia muchas veces el preguntarme si debería estar haciendo otra cosa me lleva a no disfrutar lo que estoy haciendo hoy, y eso, para nada, para nada es bueno.

Es una pregunta constante, ¿esto está bien?, ¿esta persona es la correcta?, ¿qué pasaría si en lugar de estar aquí estuviera allá? ¿este es en realidad mi talento? y demás preguntas invaden mi mente constantemente, lo que me ha llevado a tener que controlar mi curiosidad crónica (ah sí, esa era la que me faltaba, jeje).

La curiosidad crónica puede provocar ansiedad, depresión o problemas emocionales muy importantes. El ¿por qué? constante es cansado. Sé que muchas veces no lo vemos como eso, pero sí, esos cuestionamientos en nuestra cabeza también son parte de la curiosidad, la necesidad de saber por qué a nosotros nos pasa esto y a los demás no.

Cuando inicié este texto diciendo “Las personas curiosas sabemos claramente lo que “el no saber algo” provoca.” quizá algunos lo hayan relacionado con lo excitante de descubrir cosas nuevas, pero déjame decirte que también me refería a lo feo que es no saber si lo que estamos sintiendo es normal, si sólo nos pasa a nosotros o si estamos locos por sentirnos perdidos.

Si lo analizamos bien, las respuestas en realidad son las que nos curan de la ansiedad. (Y los videos de gatitos en internet)

Puedes estar de acuerdo conmigo o no, pero creo firmemente que toda pregunta nace de la curiosidad y la curiosidad se despierta de la necesidad de avanzar.

Pero, ¿a qué estamos destinados entonces los curiosos?

Los curiosos estamos destinados a ser los que les muestren al mundo que sí se puede, estamos destinados a explorar y saciar nuestra necesidad de descubrir nuevas cosas, y estudiarlas y perfeccionarlas.

Estamos destinados a aprender, a volvernos “sabelotodos” porque simplemente nos encanta saber más y más y más, estamos destinados preguntar, y preguntar y preguntar. Hasta entender, pero también, a resolver, porque nuestra mente es una caja sin fondo de información inútil que un día sirve.

Los curiosos estamos destinados a innovar. A entender cómo funcionan las cosas y buscar formas alternativas de hacerlas funcionar.

A nunca quedarnos en el mismo lugar, a siempre ir más allá de lo que los demás se atreven, porque los curiosos de saber qué pasaría si… fuimos los elegidos para revolucionar lo “correcto”, a crear nuevas cosas, a retar al sistema y sobre todo a buscar más historias que merecen ser contadas.

El futuro le pertenece a la curiosidad.

Pero también, los curiosos estamos destinados a tener que luchar contra nuestra necesidad de saber más y avanzar para comenzar a disfrutar el momento en el que estamos. Tenemos una responsabilidad mayor en el mundo y tenemos que enfrentarlo.

En fin, ser curioso está chido porque estamos destinados a vivir descubriendo. No te limites jamás a saber qué tanto puedes saber. (Jeje)

Y por si te daba curiosidad, hoy sé que quiero dedicar mi vida a descubrir qué tan lejos puedo llegar.

--

--